Cuenta la leyenda...

Que el caballero Sant Jordi alzó su larga lanza y de un golpe, hirió de muerte al dragón, con la lanza clavada en el centro del corazón.

De repente, de la sangre derramada del dragón brotó un rosal con unas rosas rojas, el caballero Sant Jordi cogió una, se dirigió a la princesa y se la dió en señal de amor.

¡BONA DIADA DE SANT JORDI! ¡FELIZ SANT JORDI!

Imagen creativa resultado de la fusión de dos fotografías 

(Rosa roja y de fondo el Castell de Requesens)